Turquía: Posible operación militar turca en el norte de Siria
El siguiente artículo persigue dar una visión rápida y panorámica, aunque rigurosa, sobre la situación que podría convertirse de un eventual escenario en una realidad, ya que se está recrudeciendo la tensión entre Turquía y los demás países miembros de la OTAN.
Para ello, nos centraremos en los siguientes ejes: a) la compra de Turquía a Rusia del sistema de defensa S-400 y sus potenciales consecuencias; b) la cuestión de Chipre-Grecia; y, c) los kurdos y Siria como proyección de poder turco.
a) La compra de Turquía a Rusia del sistema de defensa S-400.
¿Qué es el S-400? Una actualización del sistema S-300 desarrollado por la Oficina Central de diseño de Almaz-Antey (designación OTAN como SA-21 Growler). Dicho sistema emplea tres tipos distintos de misiles: el 40N6, 48N6 y 9M96. Como tal es competencia directa del THAAD y del Aegis BMD, ambos de fabricación norteamericana, y del Hetz/Arrow de Israel.
Turquía compró a Rusia el sistema de defensa antiaérea S-400 y ahora se plantea la posibilidad de adquirir también aviones rusos de combate como el Su-35 o incluso el Su-57. Estas compras por parte de Turquía no violarían los acuerdos de éste país con la OTAN, aunque según dicha organización y Estados Unidos, contradicen la compatibilidad entre sistemas de armas de sus miembros. Los acuerdos entre Turquía y Estados Unidos suponían la compra por parte de los turcos de 100 unidades de US-led F-35A Lightning II Joint Strike Fighters (JSFs) y también de 16 F-35B STOVL (Short Take-Off and Vertical Landing), fabricados por Lockheed Martin, que supone la eliminación de Turquía del programa del F-35 y la ampliación por parte de Washington del apoyo económico a dicho programa de entre 500 y 600 millones de dólares, misma presión a la que se está sometiendo a India también por los mismos motivos.
Adicionalmente, Turquía ha anunciado la apertura el 29 de julio de 2019 de su primer laboratorio de pruebas e investigación en las instalaciones de la Tusas Engines Industries en Eskisehir, en Anatolia Central, y que ha de servir para empezar a dotar a Turquía de su propia tecnología militar.
Precisamente, Estados Unidos encontraría un sustituto para Turquía en Grecia, dándole no sólo al Egeo, también al Mediterráneo Oriental otra vuelta de tuerca y aumentando el potencial conflicto entre miembros de la OTAN (Turquía versus OTAN, particularmente Grecia, Estados Unidos y Reino Unido, ver el siguiente enlace).
b) La cuestión de Chipre-Grecia
Simultáneamente, Turquía ha iniciado trabajos de prospección en busca de hidrocarburos en la zona marítima exclusiva de Chipre. La República de Chipre ha denunciado la intrusión turca y obtenido el apoyo político de la Unión Europea, de la cual Chipre es miembro pleno.
Turquía no reconoce la República de Chipre desde que la isla alcanzó la independencia de Reino Unido –en 1960– y se planteó –en 1963– un proyecto de unión (Ένωσις «enosis», una reedición de la Gran Idea o Μεγάλη Ιδέα) con Grecia apoyado por el 80% de los grecochipriotas, y rechazado por la población minoritaria (20%) de origen turco (turcochipriotas) y partidarios de la «taksim» (partición). En 1974, Turquía invadió el noreste de la isla durante la Operación Atila y proclamó allí un «Estado Federal Turco de Chipre» que se convertiría después en la actual República Turca del Norte de Chipre, un Estado de facto reconocido únicamente por Turquía.
Actualmente, Turquía dice defender los derechos de los turcochipriotas como propietarios –a partes iguales con la comunidad grecochipriota– del petróleo existente en la zona marítima exclusiva de la isla. Por su parte, la República de Chipre denuncia la ocupación militar turca del noreste de la isla y la intrusión de Turquía en su zona marítima exclusiva.
Desde que la República de Chipre se convirtió en miembro de la Unión Europea –en 2004– esta última le ha expresado su apoyo pero sin hacer nunca el menor esfuerzo concreto por defenderla ante Turquía.
c) Los kurdos y Siria como proyección de poder turco.
Con fecha del 22 de julio de 2019, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, anunció a través de la televisión turca TGRT la suspensión del acuerdo entre su país y la Unión Europea sobre las migraciones.
Debido a las reacciones negativas de la ciudadanía de los países europeos ante la llegada masiva de migrantes a través de Turquía registrada en 2015, el gobierno turco se había comprometido entonces a controlar sus fronteras con la Unión Europea a cambio de una dispensa de visados para los turcos y de una subvención anual de 3 mil millones de dólares para continuar la guerra en Siria. Aquel acuerdo fue aceptado durante un consejo de jefes de Estado y/o de gobierno europeos, realizado el 28 de junio de 2016 en presencia del secretario general de la OTAN.
El 24 de julio de 2019 y ante el contexto del que estamos tratando, Turquía anunció haber detenido más de 6 mil inmigrantes, entre los cuales decía haber hallado algunos sirios.
El intento de asesinato contra el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan, cuyos autores improvisaron un golpe de Estado el 15 de julio de 2016, abrió en Turquía una serie de purgas que retrasó los procesos en marcha entre ese país y la Unión Europea.
… Y los preparativos para la invasión
El ejército de Turquía se estaría preparando para invadir el norte de Siria al este del río Éufrates. El 1 de agosto de 2019, el presidente Recep Tayyip Erdoğan presidió un consejo de defensa y nombró nuevos oficiales generales con vista a la realización de esa operación.
El 3 de agosto, el gobierno turco rechazó la proposición estadounidense tendiente al establecimiento de un control conjunto de la franja de suelo sirio ocupado o «Rojava», gobernada sobre el papel por una población kurda recientemente implantada allí.
Durante los años 80 del pasado siglo XX, Turquía consideró a los kurdos como una minoría destinada a ser «turquizada» a la fuerza. Cientos de miles de kurdos emprendieron una huida hacia Siria, país que les concedió asilo político. Sin embargo, después del encarcelamiento de su líder histórico, Abdullah Öcallan, las organizaciones kurdas fueron cayendo bajo la influencia de Estados Unidos e Israel.
El estado mayor turco pretende imponer en suelo sirio una “franja de seguridad” de unos 30 kilómetros de profundidad a partir de la frontera común, territorio sirio que Turquía ocuparía militarmente y donde serían ubicados los refugiados sirios que hoy se hallan en Turquía.
En los años 2000, Siria exigió el desarme de los refugiados turcos de etnia kurda y autorizó el ejército de Turquía a perseguir los elementos armados kurdos que atacaran Turquía desde el suelo sirio. En virtud de esa autorización, el ejército turco podía penetrar hasta 30 kilómetros en territorio sirio, distancia establecida en función del alcance de las piezas de artillería del momento.
Siria siempre temió que Turquía utilizara esa concesión como pretexto para anexar más territorio, incluyendo la región de Alepo, reclamada por los kemalistas desde la disolución del Imperio Otomano.